La noticia ha llegado a los medios de comunicación con sorpresa al ver cómo el androide humanoide Alter 3 ejerce sin una batuta ni partitura, dirigiendo a una orquesta en la Academia de Artes escénicas de la ciudad Sharjah. Alter 3 es un androide con rostro, manos y extremidades que aparentan a los que poseemos los humanos. Entre sus principales características resaltamos su nivel de inteligencia que le permiten regir una orquesta sinfónica y hasta cantar en la misma.
Señal de las capacidades que están tomando los androides inteligentes es como Alter 3 ha logrado dirigir a la ópera Scary Beauty de Keiichiro Shibuya. Se trata de una fusión de la robótica y la IA con el arte.
El mismo compositor japonés Shibuya cree que el uso de robots en la mayoría de las áreas de nuestra sociedad es imparable, desde la robotización Industrial hasta la robótica Educativa. El nivel de intelecto con el que se está equipando a los robots será quien dicte hasta dónde son capaces de llegar y qué labores desarrollarán. Kotobuki Hikary, el creador de Alter 3, afirma que él es capaz de decidir sus propias decisiones en el transcurso del espectáculo. Miembros de los espectadores manifestaron que les gustaban más los directores humanos. Esa contestación en sí es todo un logro, ya que el hecho de compararlos habla del progreso que la robótica está sufriendo.