LA NASA ENTRENA SUS ROBOTS EN ISLANDIA

por | noviembre 12, 2019

Preparar y adaptar los rover exploradores que son enviados al espacio no es tan sencillo como parece. Para tener la certeza de que responderán adecuadamente, deben ser probados en entornos extremos que guarden cierto parecido con la climatología y el terreno al que se van a enfrentar.

Este verano la NASA ha hecho público que han estado realizando pruebas con sus robots de reconocimiento en un campo de lava de Lambahraun, junto al glaciar Langjökull, en Islandia. Concretamente el equipo compuesto por 15 ingenieros y científicos de la NASA realizaron los estudios durante el mes de julio.

Este glaciar es famoso por encontrarse en la zona oriental de la isla y por ser el segundo más grande. Destaca por tener unas dunas moldeadas por el fuerte viento que acecha la región por encontrarse cubiertas de arena negra de roca de basalto. Estos minerales son ricos en hierro y magnesio, similares a los olivinos y piroxenos encontrados en el Planeta Rojo.

Estas pruebas se están llevando a cabo como preparación del lanzamiento de Mars Rover que la Agencia Espacial va a realizar en 2020 y que sustituirá a las que está llevando a cabo el rover Curiosity en el planeta Marte.

La NASA aluniza en Islandia con sus rover

Uno de los motivos por los que la Agencia Espacial Estadounidense se ha trasladado hasta allí es debido a que el Planeta Marte, hasta que se congeló con temperaturas que rondan los -630 bajo cero, guardaba cierta similitud con el ecosistema de los campos de lava de islandeses.

En Lambahraun han probado, dentro del proyecto Sand-E, la navegación semiautónoma de varios robots. Entre ellos destaca un rover espacial, también llamado astromóvil, que es un 4 x 4. Su objetivo principal es realizar fotos del entorno y realizar pruebas científicas.

Dispone de dos motores que funcionas por medio de 12 pequeñas baterías. Adam Deslauriers señala que “este rover es indestructible” recordando que, a diferencia de este robot, los que se encuentran actualmente en la Luna y Marte no están preparados para trabajar en condiciones de lluvia.

El rover semiautónomo incorpora sensores en 3D, una cámara con dos objetivos e material para realizar pruebas científicas y una computadora. Tiene un peso de 570 kg y alcanza una velocidad de 20 cm por segundo. Su baja velocidad se debe a que si estuviese en otro planeta, las fotos que envía necesita que lleguen hasta la tierra para poder ser visualizadas y estudiadas. Según señaló Mark Vandermeulen, “si estuviese realmente en Marte, el robot avanzaría entre dos y cuatro veces menos”.

No es la primera vez que la NASA realiza pruebas con sus robots espaciales en Islandia. Para preparar la misión Apolo en 1965 y 1967, treinta y dos astronautas fueron enviados a Askja y al cráter Krafla, en el norte de Islandia.

Hay que recordar que la NASA realiza habitualmente pruebas en entornos exigentes, como las realizadas con el robot Grover en Finlandia.